miércoles, 14 de abril de 2021

LA HISTORIA DEL NACIONALISMO: LA REVOLUCIÓN DE LOS CORONELES (4 DE JUNIO DE 1943)




Si bien la Revolución sólo duraría algo más de tres años, su obra sería inmensa. La Nación Argentina jamás volvería a ser igual.


El GOU, Grupo de Oficiales Unidos o Grupo de Obra de Unificación (según la fuente), era una organización secreta de militares, principalmente del Ejército Argentino, con mayoría de rangos intermedios, y fue la impulsora de esta Revolución.

«La Revolución del 4 de junio de 1943 no llegó como el bebé que trajo la cigüeña desde París.
Fue fruto de un movimiento profundo del alma argentina a cuyo madurar contribuyeron diversas corrientes del pensar y quehaceres nacionales: El catolicismo tradicional y social, el revisionismo histórico, el nacionalismo, el sindicalismo, el yrigoyenismo entré los más relevantes. Amén del aporte de intelectuales y periodistas quienes roturaron las almas y mentes de los argentinos hacia una empresa común. Fue una revolución incruenta que marcó un hito en la historia argentina» (Rodolfo Jorge Brieba)

¿Qué buscaba el GOU? Principalmente garantizar la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial (SGM), industrializar la Argentina, y evitar el avance del comunismo. Su inspiración fue la revolución del Gral. José Félix Uriburu, y su intento de instaurar un moderno corporativismo similar al de la Italia fascista.


La plana mayor del GOU.


EL GOU CIVIL:

También contó con un GOU civil, conformado por intelectuales y dirigentes nacionalistas, como por ejemplo Martínez Zuviría, más conocido por su pseudónimo literario de Hugo Wast, o Juan Queraltó, el líder de la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN).


Al centro, Martínez Zuviría (Hugo Wast).


ECONOMÍA:

En lo económico se profundizó el proceso de industrialización conocido como ISI (Industrialización por Sustitución de Importaciones), alcanzando el país niveles de productividad impensados, sólo superados por la década siguiente, entre el 45 y el 55.



INDUSTRIA PESADA Y PLAN SAVIO:

Todo país que desee desarrollar industria pesada propia, precisa primero la capacidad de producir acero. Así fue que se encargó al General Manuel Savio ésta compleja tarea, planificando el «Plan Siderúrgico Argentino» y fundando la Dirección General de Fabricaciones Militares y SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina).



Cronología de los Altos Hornos Zapla (Jujuy):

  • Febrero de 1942 - Se declara zona de reserva al Yacimiento, mediante decretos del P.E.N. y del Gobierno de Jujuy
  • 23 de enero de 1943 - Mediante el decreto N° 141.462 se crea el Establecimiento «Altos Hornos Zapla», con la planta piloto, merced a la visión del propulsor de la Siderurgia, General Savio. La empresa pasa a depender de la Dirección Gral. de Fabricaciones Militares
  • 1943 y 1944 - Se construye el primer Alto Horno, instalándose el cable carril, que se reemplazó luego por una línea férrea para el transporte del mineral desde Mina 9 de octubre al Centro Siderúrgico.
  • 11 de octubre de 1945 - Marca el hito trascendental del nacimiento de la siderurgia Argentina, pues en esta fecha se produce la primera colada de arrabio argentino, la actividad explotadora impulsa la industria siderúrgica y esta a su vez atrae mano de obra especializada de otras provincias y una corriente migratoria de países limítrofes, especialmente de Bolivia, que se traduce en un importante incremento en la población provincial.
  • 20 de febrero de 1951 - Se procedió a dar funcionamiento al segundo alto horno, el que fue construido íntegramente con dirección técnica, ejecución y materiales nacionales, según destacan los periódicos de la época. A fines de 1962 se completa el ciclo siderúrgico con la construcción de cuatro Altos Hornos (con una capacidad diaria de 150 t de producción por cada uno); dos hornos eléctricos (de 10 toneladas de colada cada año); una Planta de laminación (con producción de 120.000 t anuales de hierro).



INDUSTRIA MILITAR:

El proceso de industrialización iría acompañado de diversos proyectos para la defensa. El contexto bélico internacional y la vocación de una Argentina Potencia lo ameritaban. Entre otros grandes proyectos, tal vez los más reconocidos sean los aviones a reacción Pulqui I y Pulqui II. El tanque Nahuel DL-43 (que fuera presentado en la Avenida 9 de Julio, para el primer aniversario de la Revolución, el 4 de junio de 1944), y diversos armamentos de puño, como el subfusil Halcón M-1943.





EDUCACIÓN Y CULTURA:

En lo cultural se prohibió la difusión de ideologías antinacionales, como el liberalismo o el comunismo.

En lo educativo se desarrolló una obra de difusión de valores patrióticos y cristianos, como por ejemplo se dispuso que los alumnos canten la canción Aurora, libre del contenido liberal y pagano del Himno. Se reinstauró el Catecismo en los Colegios Públicos, que había sido quitado por Sarmiento. Por otra parte se impuso el uso del Cóndor de la Revolución en reemplazo del también masónico Escudo Nacional.


Desfile militar en la Avenida del Libertador, con motivo del Día de la Independencia (1944).



SEGUNDA GUERRA MUNDIAL:

Ya durante la Primera Guerra Mundial la postura Argentina había sido la neutralidad, mantenida ésta gracias a la firmeza de Hipólito Yrigoyen. Ante la Segunda Guerra Mundial no podía ser distinto. Sin embargo, ésta vez las presiones de los EE. UU. para entrar a la guerra se hacían sentir. Finalmente, y ante el retroceso de los ejércitos del Eje, Pedro Pablo Ramírez decide romper relaciones con éstos. Debido a ello el GOU lo reemplaza en la presidencia por Edelmiro Julián Farrel, junto a Juan Domingo Perón como vicepresidente.


EL TERREMOTO DE SAN JUAN:

El 15 de enero de 1944, un terremoto destruyó el 80 % de la Ciudad de San Juan. Si bien las primeras estimaciones hablaban de 15.000 víctimas, entre muertos y heridos, estudios posteriores indicaron que el número de muertos en este terremoto fue de alrededor de 9.000 personas. Después del terremoto se comenzaron a tomar medidas para lograr la reconstrucción de San Juan, se creó un organismo que encaró un plan regulador para la construcción antisísmica ya que el 98 % de las construcciones de la época eran de adobe.

Las principales actuaciones en materia de vivienda fueron las del Consejo de Reconstrucción de San Juan, el Banco Hipotecario Nacional y el Instituto Provincial de la Vivienda. El presidente general Pedro Pablo Ramírez dijo: «vamos a construir un lugar modelo, una ciudad jardín, antisísmica, segura de los embates de futuros terremotos». El entonces secretario de trabajo Perón contactó a un grupo de arquitectos y el grupo presenta una utopía técnica, vieron en San Juan la posibilidad de una experiencia modelo que respondiera a necesidades de la población, que transformara el paisaje y la manera de actuar del Estado. Planearon reconstruir la ciudad y también una nueva forma de vida, repensando su estructura productiva, para hacerla más equitativa. Fue el primer proyecto de viviendas colectivas masivas que hace el Estado argentino.


PRESIÓN NORTEAMERICANA Y BLOQUEO INTERNACIONAL:

Tal era el hermetismo del GOU, que producida la Revolución, ni la prensa ni las potencias extranjeras conocían su orientación. Sin embargo, poco más tardaron los norteamericanos en darse cuenta de que no encontrarían una aliada en ésta. Ante la negativa del gobierno argentino en incorporarse a los Aliados e ingresar en la guerra, comenzaron las presiones y el bloqueo político y económico. Esta situación fue in crescendo, llegando los norteamericanos a instalar una base aeronaval en Uruguay, otra en Paraguay, y enviando un grupo de buques de guerra al Río de la Plata. Estos hechos ameritan la redacción de otra nota.


LLAMADO A ELECCIONES:

Viendo las dificultades del contexto internacional y la ya inminente derrota del Eje, el gobierno argentino decide llamar a elecciones, cediendo ante las presiones de las potencias vencedoras, que ya en Yalta organizaban el mundo de posguerra. Se ponía en juego el futuro de la Argentina, y todos esperaban el triunfo de la Unión Democrática, rejunte de partidos del sistema, conservadores, liberales, socialistas y comunistas, con el expreso apoyo del embajador norteamericano Spruille Braden. Enorme fue la sorpresa para el mundo: el Pueblo Argentino votó a favor de la Revolución: eligió como presidente al General Juan Domingo Perón.


HOMENAJES:

Muchos fueron, por aquellos años, los homenajes a la Revolución. Estampillas, escuelas, monolitos, e incluso partidos, llevaron por nombre la fecha del movimiento. Lamentablemente la «Revolución Libertadora» (o fusiladora, como se la conocía por entonces), intentó borrar, con bastante éxito, la memoria de aquellos años.

Vamos a mencionar cuatro ejemplos:


  • El nombre original del partido de Lanús fue 4 de Junio (el entonces Presidente de la Nación, General Edelmiro Julián Farrell era nativo de esta ciudad). El nombre «Partido 4 de junio» fue cambiado definitivamente por el actual «Partido de Lanús» durante el gobierno de facto que tomó el poder en 1955. Aún conserva su nombre la Plaza 4 de Junio, en Monte Chingolo.
  • La estación llamada hoy Campo de Mayo (Ferrocarril General Urquiza) fue bautizada como 4 de Junio, cuando fuera inaugurada junto al ramal Don Torcuato - 4 de Junio, en 1945 por el entonces Presidente de la Nación Gral. Edelmiro Farrell. De aquí partieron hacia la Capital las tropas revolucionarias.
  • En Campo de Mayo se construyó un monumento a los soldados caídos durante la Revolución. Lamentablemente éste fue destruido por el golpe de estado de 1955 y sólo se conservan fotos y vídeos del mismo.
  • Existen hoy varios barrios con el nombre 4 de Junio, uno en Avellaneda, uno en La Rioja, y otro en Paraná, entre otros.



Anexo:

Marcha del 4 de Junio:

https://www.facebook.com/1485908211653002/videos/1740760419501112

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Proclama Revolucionaria al Pueblo de la República Argentina:

Las Fuerzas Armadas de la Nación, fieles y celosas guardianas del honor y tradiciones de la patria, como asimismo del bienestar, de los derechos y libertades del pueblo argentino, han venido observando silenciosa, pero muy atentamente las actividades y el desempeño de las autoridades superiores de la Nación.

Ha sido ingrata y dolorosa la comprobación. Se ha defraudado las esperanzas de los argentinos, adoptando como sistema la venalidad, el fraude, el peculado y la corrupción.

Se ha llevado al pueblo al escepticismo y a la postración moral, desvinculándolo de la cosa publica, explotada en beneficio de siniestros personajes movidos por la mas vil de las pasiones.

Dichas Fuerzas, conscientes de la responsabilidad que asumen ante la historia y ante su pueblo cuyo clamor ha llegado hasta los cuarteles deciden cumplir con el deber de esta hora: que les impone salir en defensa de los sagrados intereses de la Patria.

La defensa de tales intereses impondrá la abnegación de muchos, porque NO HAY GLORIA SIN SACRIFICIO.

PROPUGNAMOS la honradez administrativa, la unión de todos los argentinos, el castigo de los culpables y la restitución del estado de todos los bienes mal habidos.

SOSTENEMOS nuestras instituciones y nuestras leyes, persuadidos de que no son ellas sino los hombres quienes han delinquido en su aplicación.

ANHELAMOS firmemente la unidad del Pueblo Argentino, porque el Ejercito de la patria, que es el pueblo mismo, luchara por la solución de sus problemas y la restitución de derechos y garantías conculcados.

LUCHAREMOS por mantener una real e integral soberanía de la Nación; por cumplir firmemente el mandato imperativo de su condición histórica; por hacer efectiva una absoluta, verdadera y leal unión y colaboración americana y cumplimiento de los pactos y compromisos internacionales.

DECLARAMOS que cada uno de los Militares, llevado por las circunstancias a la función publica, se compromete bajo su honor:

- A trabajar honrada e incansablemente en la defensa del honor, del bienestar, de la libertad, de los derechos y de los intereses Argentinos;
- A renunciar a todo pago o emolumento que no sea el que por su jerarquía y grado le corresponde en el Ejercito;
- A ser inflexibles en el desempeño de la función publica, asegurando la equidad y la justicia de los procedimientos.
- A reprimir de la manera mas enérgica, entregando a la justicia no solo al que cometa un acto doloso en perjuicio del Estado sino también a todo que, directa o indirectamente, se preste a ello;
- A aceptar la carga publica con desinterés y obrar en ella solo inspirados en el bien y la prosperidad de la Patria.


Exposición de la obra de gobierno de la Revolución.

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